La icónica revista National Geographic dedica en su edición de papel para este mes de febrero un completo reportaje sobre Las Palmas de Gran Canaria: bajo el título "Cosmopolita y atlántica", la publicación repasa en cuatro páginas los principales encantos de una ciudad "vibrante", que "reúne monumentos, playas e influencias artísticas de Europa, África y América".

Javier Zori firma un contenido salpicado con fotos de Vegueta y su Catedral, el Gabinete Literario o el Auditorio Alfredo Kraus en Las Canteras, además de los interiores de la Casa de Colón o la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino en el Castillo de La Luz, o el característico tejado del Centro Atlántico de Arte Moderno.

En realidad, el reportaje es un completo muestrario del contenido cultural que ofrece la capital grancanaria, y varios de sus atractivos más vigentes. Zori apunta que "cuando uno se halla en el corazón de la plaza Mayor de Santa Ana se siente en una de esas ágoras universales", antes de detenerse en los encantos y el valor patrimonial de construcciones como la Catedral o las Casas Consistoriales (y su valiosa colección de arte en el interior).

El autor recuerda la condición de Conjunto Histórico-Artístico del barrio de Vegueta, o el "deleite sensorial" que ofrece su Mercado, con "puestos exuberantes en los que se reivindica la variedad hortofrutícula de la Isla".

National Geographic destaca las influencias culturales americanas o africanas en varios de los museos de la ciudad, a los que añade como emplazamiento recomendado la Casa-Museo Pérez Galdós, en el barrio de Triana, "una zona con alma comer­cial que ha sabido conservar mu­chos de sus edificios modernis­tas".

Zori también se detiene en el contenido que muestran los castillos, el de Mata y el de La Luz, y apunta luego a uno de los mayores iconos de Las Palmas de Gran Canaria. Esto es, la Playa de Las Canteras, a la que "los datos no hacen justicia".

El reportaje describe a la playa más célebre de la ciudad como "una media luna de arena fina de tres kilómetros de lar­go que es un valioso ecosistema". Y destaca su paseo, "renovado y lleno de restaurantes con alma canaria y cocineros inquietos".

"La guinda al paseo la pone el Audi­torio Alfredo Kraus, un faro de cul­tura al final del arenal", concluye el artículo. En conjunto, una síntesis de la vigencia cultural de una ciudad que sigue manteniendo su capacidad apara atraer miradas curiosas entre los viajeros.