Si se habla de conceptos como integración o accesibilidad, nunca es suficiente. Y en realidad, nunca lo es. El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria lleva años asumiendo el reto de mejorar en este apartado: en realidad, éste es uno de los rasgos de identidad de la fiesta, que defiende la diversidad y la integración en su concepto más amplio, sin distinción de condición física o mental. Libertad y respeto son los valores de una celebración propia de una ciudad abierta. Su fiesta más multitudinaria, en la que no hay excluidos de antemano.
Por eso el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria celebra cada año su propia Gala de la Integración, en la que diferentes asociaciones de la Isla compiten con sus disfraces, en un certamen emotivo, en el que se respira solidaridad, mucho cariño... y un indomable espíritu festivo.
Y por eso la organización dispone de intérpretes de la lengua de signos en cada uno de los actos (galas y concursos) en el Parque Santa Catalina, sean televisados en directo o no. Unas pantallas transmiten la traducción, para que el Carnaval llegue a todos. Y todos quieren participar: Davinia Reyes Lantigua fue la candidata presentada por la Asociación de Personas Sordas de Las Palmas (junto a Fontanales y el Ayuntamiento de Moya) a la Gala de la Reina 2019.
En cada uno de estos concursos y galas se reserva un espacio en primera línea en el Parque Santa Catalina para personas con movilidad reducida, para que tengan facilidades para disfrutar de estas grandes citas del Carnaval. También forman parte de ella de forma más activa: como en el caso de Silvia Arbelo González, candidata en el concurso de disfraces de 2019 con su fantasía ¡Apárcame el drama que el carnaval me llama!
Igualmente emotiva es la presencia en los últimos años de Drag Trisómico, Héctor Santana: un candidato al que no le ha frenado su trisomía genética en el par 21 que desarrolla la aparición del síndrome de Down para participar en el certamen Drag Queen. En 2019 no pudo pasar a la final, tras una reñida preselección con 40 participantes. Con todo, Trisómico forma parte de la historia de la Gala, y en su backstage ha sido habitual la presencia de su padre, apoyando a este verdadero apasionado de la fiesta.
Diversidad
En esa misma Gala Drag el sexo no es motivo de exclusión en esta gala, asociada tradicionalmente a la libertad a la hora de expresar la condición sexual. Norma Ruíz ha sido en las últimas ediciones la única mujer en participar. con espectáculos de alto nivel. De hecho, Drag Noa fue primera finalista en la Gala Drag de 2019, en lo que ha sido su despedida del Carnaval. En este año también concursó en la preselección otra fémina: Esther Pérez Ramón que ya fue Reina del Carnaval, siendo la primera en participar en los dos concursos.
En un sentido más amplio de integración (la diversidad), el Carnaval también ha incorporado a la fiesta a muchos participantes de origen foráneo, como corresponde a una ciudad cuya historia conecta con Europa, África y América en sucesivos episodios de inmigración. Esta diversidad salta a la vista en certámenes como el de las comparsas... aunque el ejemplo más notorio en 2019 ha sido el de la Reina del Carnaval, Erika Echuaca Sebe, descendiente de inmigrantes.
En ese afán por eludir cualquier tipo de discriminación, el Carnaval también ha modificado las bases de su Gala Infantil, en la que en este año ha participado por primera vez un niño compitiendo con el resto de candidatas: Xavier Romero Rivero, además, se llevó premio, siendo elegido como Caballero de Honor del concurso, junto a otras tres damas de honor.
Estos son sólo algunos ejemplos del espíritu que mueve a la fiesta, y de su vocación de libertad e integración. El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se esfuerza en que todos, sin exclusión, formen parte de la fiesta.