Las Palmas de Gran Canaria

Las Palmas de Gran Canaria es la ciudad más cosmopolita de las Islas Canarias y una de las urbes con mejor clima del mundo gracias a su excepcional situación, junto al Trópico de Cáncer, y a los vientos alisios que llegan del norte del Atlántico. El resultado es una temperatura media de 17º en invierno y 25º en verano.
 
Su privilegiada ubicación geográfica la convierte, además, en capital europea del Atlántico medio y en un puente cultural y económico entre Europa, África y América. Capital de la Isla de Gran Canaria, la ciudad comparte la capitalidad de la Comunidad Autónoma de Canarias, con Santa Cruz de Tenerife.

Se encuentra en el nordeste de Gran Canaria, a 18 kilómetros (20 minutos en coche) del Aeropuerto Internacional de Gran Canaria, cuyas conexiones aéreas sitúan a la isla a tan sólo dos horas y media de avión de Madrid, a cuatro de las principales ciudades europeas y a seis de América.

El clima

En el año 1996 la revista especializada Wheaterwise publicó un amplio informe global sobre 600 ciudades destacadas como destinos turísticos. El ​estudio situó a Las Palmas de Gran Canaria como la ciudad como el mejor clima del mundo, según el ​trabajo 'Pleasant Weather Ratings', escrito por Thomas Whitmore y avalado por la Universidad de Syracuse. La temperatura media anual de la capital grancanaria, 22 grados centígrados, la convierten sin duda en un enclave privilegiado.

Por un lado, la ciudad ofrece en invierno un clima amable, idóneo como destino en esta época del año. Y en verano sus playas y sus calles se pueden disfrutar y recorrer con un calor menos intenso que en otras zonas turísticas de la Isla.

Las Canteras

La playa de Las Canteras es una de las mejores playas urbanas del mundo: una rara joya ​en plena ciudad, ​que el visitante puede disfrutar para tomar el sol o practicar deportes a pie de arena. También para hacer surf, bucear o ​hacer snorkel, navegar en piragua…

Clubes deportivos y escuelas en el entorno facilitan estos entretenimientos, entre los que se debe incluir el paseo: una tradición local, porque son muchos los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria que, especialmente a primeras horas de la mañana o al atardecer dedican su tiempo a recorrer los ​t​res kilómetros de costa que se prolongan en una suave curva desde el Auditorio Alfredo Kraus, la Plaza de la Música y la zona surfera de La Cícer hasta La Puntilla, antesala del popular barrio de La Isleta.

Mas allá, el turista puede seguir paseando por la avenida de Los Nidillos, y llegar al paraje natural de El Confital, también muy transitado por los surfistas y por aquellos que buscan tranquilidad, un entorno abierto a espaldas de la ciudad y un momento de relax para disfrutar de sus atardeceres.

Estas experiencias se trasladan al paseo urbano que acompaña a Las Canteras, salpicado de numerosos bares y restaurantes ideales para tomar el aperitivo, desayunar, almorzar o cenar. Algo que convierte a la playa, parque temático natural de Las Palmas de Gran Canaria, en un entorno con una animada vida urbana.

 

La ciudad de Colón

Antes de su primer viaje, el del Descubrimiento, Cristóbal Colón recaló en Las Palmas de Gran Canaria para reparar una de sus naves, La Pinta, en una parada necesaria antes de cruzar el atlántico. La urbe, por entonces un pequeño asentamiento fundado poco antes, en el año 1478, se comenzó a concebir en torno a lo que luego sería el casco histórico de Vegueta y el barranco del Guiniguada.

Hoy, el barrio viejo ofrece una estampa única a este lado del océano: una zona de arquitectura colombina, en la que destaca la Plaza de Santa Ana y, a sus extremos, las Casas Consistoriales (el primer ayuntamiento, aún hoy sede de los plenos municipales) y la Catedral.

Los museos (la Casa de Colón, en la antigua Casa del Gobernador y dedicada a su viaje, al descubridor y a su época; el Museo Canario, con el legado aborigen; los contemporáneos Centro Atlántico de Arte Moderno y San Martí​n ​Centro de Cultura Contemporánea; y la Casa-Museo Pérez Galdós, en la Calle Mayor de Triana, antesala de Vegueta) conforman la oferta cultural de un entorno en el que también se incluyen inmuebles como la Ermita de San Antonio Abad, lugar donde oró el marino antes de cruzar el Atlántico.

Además, Vegueta, Triana y sus alrededores destacan en la actualidad por una amplia oferta de restauración, ideal para que el visitantes pueda tener una experiencia completa en la ciudad vieja.

El Carnaval

El barrio de La Isleta, en el extremo de Las Canteras, fue el germen desde el que se propagó el Carnaval moderno en Las Palmas de Gran Canaria. Una fiesta prohibida durante el franquismo, que sobrevivió bajo el eufemismo de Fiestas del Invierno, celebrándose en aquella época y de manera casi solapada los bailes de máscaras en ​populares ​clubes ​sociales ​de la zona.

Desde los años ochenta el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria cobró inusitada fuerza, añadiendo progresivamente actos de gran impacto popular, siempre con el Parque Santa Catalina como epicentro de sus principales actos. En la actualidad, el Carnaval de día, el Carnaval en Vegueta o un amplio programa de actos infantiles completan una fiesta que tiene a la Gala de la Reina, la famosa Gala Drag Queen y los concursos de purgas o comparsas como sus citas con más arraigo y capacidad de atracción.

Muchos son los turistas que viajan cada invierno a la ciudad para disfrutar de esta celebración, que siempre se despliega en grandes concentraciones festivas en la calle. Cabalgatas, desfiles y conciertos son convocatorias con gran afluencia de las tradicionales mascaritas. El Carnaval es, sin duda, uno de los grandes acontecimientos del año en Las Palmas de Gran Canaria, célebre a escala internacional y muy sentido por la población local.

La gastronomía

Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en el presente Siglo XXI en un destino con una gran riqueza gastronómica. Una amplia carta en la que se incluye la cocina local típica (imprescindibles las papas arrugadas, la pata de cerdo, los productos del mar y de la tierra, los quesos canarios…), pero también la revisión de estos platos desde una perspectiva contemporánea.

Además, la ciudad destaca por su gran oferta de restaurantes y bares con distintos rangos gastronómicos, y delicias aptas para todos los paladares. Algo especialmente apreciable si se viaja en familia. En el entorno de Las Canteras destacan multitud de locales con cocina internacional en su carta, en la que no faltan prácticamente ninguno de los continentes a la hora de degustar especialidades de diferentes rincones del globo.

El casco histórico de Vegueta y Triana, con amplio mapa de restaurantes de todo tipo, el barrio marinero de San Cristóbal (con mucho sabor a mar en sus establecimientos) o enclaves como la Marina (el Muelle Deportivo y sus locales) completan esta variada y rica oferta gastronómica, un imperativo casi para el turista. Las Palmas de Gran Canaria es, sin lugar a dudas, un destino para comer bien… y acompañar la degustación con la extensa carate vinos canarios.