El suplemento de viajes de El País, El Viajero, muestra en su última edición la huella que dejó en Las Palmas de Gran Canaria el rodaje de Moby Dick en 1954, al cumplirse 70 años de su grabación. Un amplio artículo con fotografías históricas del rodaje, firmado por el cineasta y experto en cine y comunicación, Luis Roca Arencibia, invita a los lectores a seguir el rastro de la gran ballena blanca por la capital grancanaria. La película, dirigida por John Huston y protagonizada por Gregory Peck, transformó la capital grancanaria en un plató de Hollywood durante cinco semanas, convirtiéndose en la mayor producción cinematográfica que ha acogido el archipiélago.

El contenido de El Viajero recuerda que, a pesar de la evolución y desarrollo de la ciudad, con espacios urbanos nuevos como la Avenida Marítima, que entonces no existían, Las palmas de Gran Canaria permite revivir el mítico rodaje y el día a día del elenco de la película y sus principales estrellas.

Así, Roca invita a imaginar desde la actual Avenida Marítima las espectaculares escenas en las que el cachalote blanco gigante huía de las barcas balleneras del capitán Ahab. “Hoy, los visitantes pueden pasear por esta zona y revivir la emoción de aquel rodaje”, apunta.

Otro de los enclaves que destaca El Viajero es la playa de Las Canteras, donde las cuatro embarcaciones balleneras perseguían a Moby Dick. Aquí, en la principal playa de la ciudad, apunta Luis Roca, “en los días que el mar es un lago, se puede alquilar una tabla de paddle surf y deslizarse sobre el mismo set de rodaje, el mar cercano al Confital”. La Plaza de Pepe el limpiabotas se recomienda como el mejor mirador para rcordar el final de la película, “con el marinero Ismael (Richard Basehart), único superviviente, asido al ataúd de su amigo Queequeg (Friedrich von Ledebur) esperando ser rescatado”.

El reportaje de El Viajero también pone el foco en la oferta gastronómica que evoca aquellos días de rodaje. En La Puntilla, en el antiguo bar de Juan Pérez, solían reunirse los miembros del equipo de la película. Hoy en día, su popularidad la ostenta La Marinera, un restaurante donde se pueden degustar delicias marineras como el cherne a la espalda o el tradicional gofio escaldado. Y, para los que buscan sabores más exóticos, el restaurante Fuji, el japonés más antiguo de España, ofrece una fusión única de ingredientes locales y cocina nipona.

El equipo de Moby Dick se alojó en el emblemático Hotel Santa Catalina, descrito por Gregory Peck como “uno de los mejores hoteles de Europa”. El cineasta Luis Roca Arencibia, señala que “en la actualidad, el renovado Royal Hideaway Santa Catalina Gran Lujo mantiene su elegancia clásica y ofrece propuestas como su Jazz Brunch, donde se puede disfrutar de un bufet con música en vivo”.

Otro de los aspectos que destaca El Viajero es la relación del equipo con el barrio de Triana. John Huston y Gregory Peck, apasionados del boxeo, organizaron un combate benéfico en el actual patio del Teatro Cuyás, en el que participaron varios miembros del elenco.

70 años después, Las Palmas de Gran Canaria mantiene vivo el recuerdo de Moby Dick. Sus calles, su costa y su historia invitan tanto a locales como a turistas a revivir la magia del cine clásico en un entorno único. Una oportunidad para viajar en el tiempo y sumergirse en una de las producciones más legendarias del cine.

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Enlace a la ruta autoguiada:

https://lpavisit.com/phocadownload/Folletos/RUTA_MOBY-DICK_DIGITAL.pdf