La mítica regata oceánica en solitario Mini-Transat - La Boulangère, que tendrá a Las Palmas de Gran Canaria como única escala atlántica el próximo mes de octubre, contará finalmente con 90 veleros. La organización francesa de la prueba ha aceptado incrementar el número inicial de embarcaciones inscritas, 84, con 6 nuevos navegantes.

Estos regatistas se encontraban en lista de espera a pesar de haber superado los estrictos criterios de clasificación que exige la organización, debido a las durísimas condiciones de la travesía. Para entrar en este privilegiado ranking los regatistas han tenido que sumar, en los últimos meses, al menos 2.000 millas en regatas de la clase mini en el Atlántico y el Mediterráneo. Entre los navegantes admitidos se encuentran tres españoles: el canario Miguel Ángel Rondón, además de Pep Costa y Rafael Fortes.

"Estos 6 nuevos navegantes admitidos para la salida han trabajado muy duro y han hecho un enorme esfuerzo personal y deportivo para completar todo el proceso de calificación", según, Jean Saucet, director técnico del Collectif Rochelais Mini-Transat. "Estamos felices de que finalmente estén entre los participantes. No vamos a dejar a nadie en el muelle", apuntó. La organización sumará también un nuevo barco de seguimiento en el mar.

Tanto La Rochelle como Las Palmas de Gran Canaria cuentan con capacidad de atraque y logística suficiente para recibir a estos 6 nuevos veleros de la clase mini, más las 8 embarcaciones de acompañamiento y control. La organización está trabajando con los responsables del puerto de llegada, Le Marin (Martinica) para acoger con comodidad a todos los participantes en esta regata, considerada casi una odisea.

Mientras, Las Palmas de Gran Canaria continúa ultimando la organización que exige la escala de la Mini-Transat en la ciudad. Los veleros, de tan solo 6,5 metros de eslora, saldrán de la ciudad francesa de La Rochelle, el 22 de septiembre y unos días después comenzarán a llegar a la capital grancanaria donde permanecerán hasta el 2 de noviembre, fecha de salida de la segunda parte de la travesía que tendrá su meta en la isla de Martinica, en El Caribe.

El concejal de Turismo, Pedro Quevedo, ha recordado que la elección de Las Palmas de Gran Canaria como escala de la Minitransat ha sido consecuencia “del esfuerzo interinstitucional y la colaboración que en los últimos años la ciudad ha ido estrechando con la Rochelle, uno de los principales destinos náuticos de Europa”. Quevedo destacó que “para el deporte de la vela en Europa esta regata es todo un acontecimiento y debemos sentirnos orgullosos porque muchos destinos y miles de aficionados y profesionales estarán pendientes de nuestra ciudad”, añadió.

Cruzar el océano en ‘cáscaras de nuez’

La Mini-Transat está considerada entre las pruebas oceánicas más duras y apasionantes. Su lema: Un hombre, un barco, un océano, pone a prueba las destrezas de los navegantes que se tendrán que enfrentar en solitario a las condiciones del océano, en veleros de tan solo 6,5 metros de eslora, con la única ayuda de un GPS, cartas náuticas de papel y un VHF para recibir la información meteorológica. La ayuda externa está prohibida.