La flota de la Mini Transat La Boulangère partió este domingo, 1 de octubre , del puerto de La Rochelle, en el Oeste de Francia, bajo una “persistente llovizna”, tal como remarcó la propia organización de una prueba que concentra la atención de la Náutica internacional en estas fechas. La popular Mini Transat, cita consolidada desde los años setenta, reúne en la presente edición a unas ochenta embarcaciones que por primera vez harán escala en Las Palmas de Gran Canaria, segunda etapa de una regata que concluye en noviembre en Le Marin (Martinica), y que une a estas tres ciudades de gran tradición en mundo de la navegación.

Los organizadores preven unas primeras jornadas de competición que “no estarán en absoluto en reposo”, para unas embarcaciones ​de 6,50 metros de eslora ​gobernadas por navegantes en solitario, que esperan afrontar en estas próximas fechas un corredor de fuertes vientos una vez sobrepasado el Cabo de Finisterre. A partir del 8 de octubre (fecha estimada, variable en función de las condiciones meteorológicas), los competidores comenzarán a llegar a Las Palmas de Gran Canaria, justo en el año en el que ha sido designada Ciudad Atlántica 2017 por la Comisión Europea sobre el Arco Atlántico.

Tras la salida en La Rochelle, Erwan Le Méné (Rousseau Clôtures), Ian Lipinski (Griffon.fr) y Arthur Léopold-Léger (Luna) se destacaron en la categoría de prototipo​s​, mientras que en las series tomaron ventaja Clarisse Crémer (TBS), Germán Kerlévéo (Astrolabio Expediciones) y Frédéric Moreau (Auguste Petit y Co). Hasta tres barcos tuvieron que regresar a puerto para reparar daños ocasionados en las primeras maniobras. Con todo, las características de una regata tan exigente aún concede​n​ margen a los patrones para recuperar terreno a lo largo de un recorrido que en total supera las 4.000 millas náuticas.

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria ha estado presente en estas fechas en La Rochelle, con un stand informativo del destino en el muelle. Un punto informativo en el que competidores y seguidores ​han podido conocer más sobre la primera escala de la regata antes de atravesar el Atlántico. Además, hasta La Rochelle se desplazó para estar presente en la salida el concejal de Ciudad de Mar del Ayuntamiento de la capital grancanaria, José Eduardo Ramírez, quien subrayó “la importancia que tiene para la ciudad acoger un evento de estas características, del que están pendiente el mundo de la Náutica y que nos proporciona una gran proyección internacional”.

La Mini Transat es la cuarta gran regata internacional que acoge Las Palmas de Gran Canaria en 2017, tras las ya celebradas Rendez-Vous Tall Ships y Discoveries Race Los Alisios. En noviembre será el turno de la Atlantic Rally for Cruises: la ARC, consolidada desde hace más de dos décadas en la capital grancanaria. Antes, a comienzos de ese mes los navegantes de la Mini-Transat zarparán rumbo al Caribe.