El Edificio Miller es lo que queda de recuerdo de una vieja agencia británica (Miller & Cía), encargada de atender a sus buques a comienzos del Siglo XX. Sus elegantes empleados, con sus trajes y lentes de época, probablemente estaban acostumbrados a tratar con los marinos que arribaban al cada vez más importante y vecino Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Pero probablemente habrían sufrido un shock si hubieran contemplado la preparación de espectáculos como el que acogió este inmueble en la noche del lunes 4 de marzo.
En esa velada hasta 16 Drag Queens estaban listos para su participación en la célebre Gala que cada año celebra el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Los finalistas tuvieron que pasar una dura preselección previa, con 40 participantes. Y la tensión y la agitación podían respirarse dentro, junto al escenario del Parque Santa Catalina. Maquillaje, atrezzo, cuerpos de baile, plataformas muy muy altas y mucha pasión por la fiesta es lo que exponen estos drags, protagonistas desde hace más de veinte años en las fiestas, y bandera de la tolerancia y la transgresión que defienden siempre estos carnavales.
La final fue retransmitida a nivel internacional por el canal Nova. También por internet, con su plataforma Atresplayer y la de la televisión regional, Televisión Canaria. Durante más de dos horas la Gala Drag Queen fue tendencia mundial en Twitter (#DragQueenLPGC) y centro de atención de los televidentes y usuarios de las redes sociales. El espectáculo que se vivió en Santa Catalina fue de primer nivel, con mucha competencia.
Pedro Bethencourt Guerra, Drag Chuchi, se llevó el cetro de ganador con la fantasía Repite mi nombre. Drag Noa (la única mujer en liza), Drag Qurón, Drag Vulcano y Drag Múlciber fueron distinguidos también como finalistas. Las culturas orientales, la actualidad política en España, el mundo de los súper héroes o los cuentos infantiles fueron temas escogidos por los drags para sus provocadores números de baile. Y Santa Catalina, después del habitual y rápido proceso de venta de entradas (se agotan al poco de salir a la venta en taquilla y en internet), aplaudió en pie un show en el que no faltó el gran Carlinhos Brown como maestro de ceremonias. ¡Viva la Gala Drag!