“Para nosotros es un orgullo llevarnos a Gran Canaria un reconocimiento como este y para Tabaiba significa la consecución de un trabajo de años que es mitad de mi hermano Aser y mitad mío”, afirma Abraham Ortega, chef del restaurante Tabaiba, en Las Palmas de Gran Canaria, que se alzó con el tercer puesto del concurso Cocinero Revelación Madrid Fusión Alimentos de España. La distinción refuerza la condición de la ciudad y la isla como destinos con un atractivo gastronómico singular. Y en lo que atañe a la capital grancanaria, reafirma su posicionmamiento como destino urbano con una amplia gama de recursos para el viajero.
De esta manera, la promoción de Gran Canaria cierra Madrid Fusión 2023 de manera brillante, donde medio centenar de profesionales han mostrado la gastronomía de la isla durante los 3 días del congreso y Abraham Ortega, Aser Martín y Borja Marrero se alzan con los tres premios a los que optaban.
En la última jornada de Madrid Fusión, el restaurante Sorondongo cocinó la tradición actualizada de la cocina grancanaria, a través de dos platos: sama y escacho; y cabrito y gofio. Por su parte, el restautante Borneo realizó una la versión asiático-mestiza de la gran lubina atlántica de Aquanaria, en dos platos: Fishballs con salsa de mango y guindilla; y Pancit Molo, una sopa filipina de wonton con lubina. Ambas propuestas estuvieron armonizadas por la selección de vinos de Gran Canaria que hizo la sumiller Alba Bernal para cada plato y cada queso que se cató. Los vinos de Lava, Bentayga, Tamenrán, Agan, Vandama, Chirato,
De los quesos de la isla que se ofrecieron se ocupó Isidoro Jiménez: el media flor de Quesería La Caldera, el de vaca canaria de Los Castañeros, el de oveja de Guedes, el de flor de Cortijo de Caideros, el de leche cruda curado de Juan Suárez e Hijos y el Super Gold de la World Cheese Awards, Pajonales de Quesos Bolaños.
Así, Gran Canaria se despide de Madrid Fusión orgulloso de la representación que han hecho sus profesionales, muestra fidedigna de lo que se está haciendo en la isla y que va mucho más allá del hecho de comer y beber; se trata de una apuesta radical por el territorio, de nuestros productos y de nuestra identidad.