Las Palmas de Gran Canaria es un destino idóneo para esa escapada de Semana Santa pendiente en el calendario. Además de vivir estas fechas con sus propias singularidades -y con una amplia agenda de procesiones, especialmente reseñable en su casco histórico-, la ciudad ofrece distintas posibilidades para el ocio, el paseo y la cultura, propias de una capital atlántica con una larga tradición cosmopolita.

El buen clima y lo asumible de las distancias para la excursión hacen posible que el visitante pueda disfrutar de paisajes y atractivos bien diferentes en un corto periodo de tiempo. Proponemos a continuación una guía rápida para conocer buena parte de los mejores encantos de la ciudad: un propósito más que factible para unos pocos días de viaje:

Las playas

Como Ciudad de Mar, en estas propuestas no pueden faltar las playas de Las Palmas de Gran Canaria. Cinco enclaves costeros diferenciados, con sabor propio y único y con un amplio abanico de posibilidades para el viajero. Empezando por la playa de Las Canteras, una de las mejores playas urbanas del mundo, que ejerce de permanente parque temático para los que habitan la ciudad... y para los que la visitan. Y que también luce regularmente las banderas de calidad y accesibilidad, con servicios como el baño asistido, para usuarios con movilidad reducida o que precisan de atenciones especiales.

De punta a punta, desde el Auditorio Alfredo Kraus hasta La Puntilla y el barrio de La Isleta, Las Canteras es emplazamiento adecuado para disfrutar del tradicional sol y playa durante buena parte del año. Pero también para la práctica de diferentes deportes a pie de arena o en el agua. Especialmente, si hablamos de surf: la zona de La Cícer, en el extremo más próximo al Auditorio, es plaza habitual de diferentes escuelas especializadas en iniciar al aficionado en la práctica de coger olas. Ya sea en verano o en invierno. En otras áreas de Las Canteras, en dirección a La Isleta, es posible disfrutar del snorkeling, hasta llegar al pequeño reducto ocupado por las barquillas de los pescadores, en La Puntilla. En la arena, el footing o el simple paseo son suertes muy practicadas en la capital grancanaria. Hasta llegar a la zona del balón y las raquetas, también en La Cícer.

Después de un agradable paseo urbano por Los Muellitos, al final del extremo Este de Las Canteras, el paseante se encuentra el paraje natural de El Confital, abierto para el uso ciudadano, y que rodea parte de la península de La Isleta. Desde aquí se puede contemplar el caso urbano desde un espacio abierto muy apreciado por los ciudadanos de la capital grancanaria. Y que suele enamorar a los turistas que llegan hasta aquí.

En el otro lado de la ciudad, pero también en el centro urbano, se ubica la playa de Las Alcaravaneras: zona de deportes por excelencia, apta para la práctica del piragüismo y con sus canchas al aire libre, que tienen a cada uno de sus extremos al Real Club Náutico de Gran Canaria (institución de un muy labrado prestigio en la vela de alta competición, con varios medallistas olímpicos) y el Muelle Deportivo, centro neurálgico de la náutica en la ciudad, y punto de partida de la célebre regata transatlántica Atlantic Rally for Cruisers (ARC) cada mes de noviembre.

En dirección Sur, el turista aficionado a transitar la costa podrá encontrar la pequeña cala situada en el barrio marinero de San Cristóbal, punto gastronómico muy ligado al mar y a la actividad de su Cofradía de Pescadores. Un barrio que siempre concede una postal pintoresca y auténtica al fotógrafo, y que conserva su particular sabor marinero.

Finalmente, a la salida Sur de la ciudad está la Playa de La Laja, y sus piscinas. Hasta allí se puede llegar desde el centro urbano en un largo paseo, o bien en bicicleta, a lo largo de la avenida marítima que recorre esta fachada al mar de la capital grancanaria. La Laja es una buena excusa para completarla.

Zona Puerto-Canteras

El Jardín Canario y Bandama

El botánico Eric R. Sventenius impulsó en la década de los años cincuenta la idea de concentrar en un sólo espacio toda la riqueza y variedad de la botánica canaria. En 1959 su visión se materializó, siendo bautizada como Jardín Canario Viera y Clavijo, en recuerdo del científico local, pieonero del conocimiento científico en las Islas.

A pocos kilómetros del centro urbano, adentrándose en la Isla, este singular Jardín ofrece una riqueza visual incomparable, que muy a menudo sorprende al visitante. Las fechas de Semana Santa son, además, especialmente apropiadas para el paso por este lugar señalado, con las flores en pleno ciclo de eclosión.

Lo mismo ocurre en la Caldera de Bandama en esta época, y su pico, señas de identidad de la Gran Canaria, también ubicada en la periferia del término municipal de la capital grancanaria. Un paraje singular, catalogado como monumento natural, de los más bellos de todo el Archipiélago. Es posible realizar visitas guiadas con Trip Gran Canaria. Aquí, se impone la excursión a poco que se disponga de tiempo. (en este enlace, ubicación del Jardín Canario y Bandama)

Jardín Botánico Viera y Clavijo. Zona Tafira

El barrio de Colón

Vegueta es el lugar en donde Cristóbal Colón pareció encontrar el último impulso en su ánimo que demandaba una empresa como la de su viaje. En este barrio añejo solicitó la reparación de La Pinta en 1942 (una réplica de la carabela, por cierto, se levanta hoy a la salida del Muelle Santa Catalina, en la otra punta de la ciudad). Lo hizo en la Casa del Gobernador, que hoy alberga el museo que la capital grancanaria le dedica: la Casa de Colón. Y allí rezó, en la Ermita de San Antonio Abad, antes de embarcarse para cambiar la historia.

Las Palmas de Gran Canaria conserva aquí la misma arquitectura, erigiéndose como un barrio colonial único a este lado del Atlántico. Con la Plaza de Santa Ana como centro vital, hasta donde se llega desde la muy transitada Calle Mayor de Triana (salpicada de numerosos comercios y locales de restauración), para encontrar el antiguo Ayuntamiento -las Casas Consistoriales- y la Catedral, centro de las celebraciones religiosas de Semana Santa.

En la zona, el turista tiene museos donde elegir, además de una animada vida urbana. Desde el dedicado a la cultura aborigen previa ala conquista española de las Islas (el Museo Canario) hasta propuestas del último arte moderno, en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y San Martín Centro de Arte Contemporáneo. Más cerca de Triana se encuentra la Casa-Museo Pérez Galdós, dedicada a la memoria y obra del escritor canario (que también da nombre al gran teatro que invita a entrar en el casco histórico, el Teatro Pérez Galdós).

Barrio de Vegueta

El Puerto

El Puerto de Las Palmas es uno de los muelles atlánticos más relevantes en el trafico de mercancías, el avituallamiento o las reparaciones navales. Y líder nacional en invierno en el tránsito de cruceros turísticos (cerca de 700.000 pasajeros en 2015). El Muelle Santa Catalina, dedicado casi en exclusiva a estos buques, y Puerto Base habitual en el embarque y desembarque de viajeros en los itinerarios por la zona, es en Semana Santa un punto muy concurrido por los turistas. El Parque Santa Catalina, en donde se levanta también el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, es puerta de entrada a la ciudad para muchos de ellos.

En su entorno se encuentra uno de los puntos de información turística más singulares de España: la Casa del Turismo, en el célebre parque, incluida en el complejo arquitectónico que impulsó el artista y pintor Néstor Martín-Fernández de la Torre, peculiar revitalizador del tipismo local.

En dirección a la entrada al recinto portuario el visitante encuentra el Mercado del Puerto, diseñado originalmente a finales del Siglo XIX por los ingenieros de la firma Eiffel, y completado y cubierto en la entrada del nuevo siglo. Hoy, este es un de los puntos con más vida gastronómica en la ciudad, ideal para tomar fuerzas en la visita.

Muy cerca se levanta la antigua fortaleza del Castillo de La Luz, sede actual de la Fundación Martín Chirino, y hogar de una parte muy representativa de la obra del escultor contemporáneo. Desde ese castillo la ciudad se defendió de corsarios británicos como Drake o Hopkins, y ejerció la mayor de las resistencias que encontró el pirata holandés Van der Does en su asalto a la capital grancanaria, en 1599.

Norwegian Epic

Folklore

Entre el Puerto y Vegueta, el tipismo de Néstor vuelve a aparecer, refugiado en el peculiar complejo del Pueblo Canario. Escenario de las actuaciones folklóricas con las que cada domingo el Ayuntamiento de la ciudad muestra a los turistas sus tradiciones (12:00 horas). Justo junto al Museo Néstor, en donde tiene su hogar la obra del pintor modernista. Incluido su Poema del Atlántico.

Si el viajero es aficionado al folk tiene más oportunidades de disfrutarlo en directo, en otras zonas de la ciudad: en la Plaza del Pilar Nuevo, en Vegueta, cada domingo a mediodía. E igualmente en las jornadas dominicales, en el Mercado del Agricultor de San Lorenzo, más pueblo que ciudad aún dentro del término municipal. Los mejores productos de la tierra están allí al alcance del público, con el folklore local como banda sonora en el paseo.

Para llevarse un recuerdo en esta línea, recomendamos la tienda de la Fedac (Fundación de Etnografía y Desarrollo de la Artesanía Canaria), ubicada en la calle Domingo J. Navarro, transversal a la Calle Mayor de Triana.

Barrio de Ciudad Jardín - Alcaravaneras