Las Palmas de Gran Canaria prácticamente ha recuperado sus constantes estadísticas, en lo que al Turismo se refiere. Tras los meses más duros de la pandemia y el posterior efecto (devastador en el sector), la ciudad ha cerrado el mes de febrero con unos números que trasladan al papel la reactivación del negocio, en niveles muy similares a los que lucía con anterioridad a la crisis sanitaria.
Los datos recabados por el Sistema de Inteligencia del Turismo Sostenible de la capital grancanaria expresan esa recuperación en lo que atañe a las pernoctaciones y viajeros alojados: principalmente, gracias al impacto del turismo nacional. Ese peso del viajero español en absoluto comporta un desplome del turismo extranjero, que vuelve a ser mayoría en invierno. En plena temporada alta, como es habitual.
En febrero el dato de las pernoctaciones en hoteles y apartamentos de la ciudad se sitúa en las 125.680. Muy superiores a las del complicado 2021 (39.220) y con unos valores similares a los del mismo mes de los ejercicios precedentes. Años en los que a esas alturas los números oscilan entre las 120.000 y 140.000 noches contratadas.
En el último febrero también se alcanzaron los 34.694 viajeros alojados (por los 14.487 del mismo mes del año pasado): un número muy próximo ya a los de unos años previos en los que habitualmente se superan los 37.000 clientes.
El peso del turismo nacional en invierno
Del total de estas pernoctaciones en febrero, 45.640 eran de nacionales: sólo en dos febreros previos en la serie histórica se había alcanzado esta cifra, que marca un hito. Ocurrió en 2020, justo antes de la pandemia... y en 2010. El peso del cliente español también se dejó notar en el número de viajeros alojados, con 16.554 (por los 9.155 del año pasado). Aunque lo más destacado, quizás, sea que nunca antes en toda la serie histórica el turista nacional había tenido una estancia media tan elevada a estas alturas de año: 2,9 noches, cuatro décimas más por encima de lo habitual.
Esta actividad de los viajeros nacionales se ha visto acompañada por un efecto aún más relevante, en comparación con 2021: los extranjeros vuelven a ser mayoría. En números, 19.226 viajeros alojados y 80.400 pernoctaciones, cuando en el ejercicio anterior su presencia se situaba por debajo de la aportación nacional. De las 39.220 noches contratadas en febrero del año pasado 22.667 fueron de españoles. Y del total de viajeros contabilizados (13.580), 9.155 eran nacionales. En este invierno los clientes de otros países ya superan el 60 % de pernoctaciones acumuladas.
Anticipo en enero
Esta tendencia se venía anticipando en enero de 2022, mes en el que se registraron 126.468 pernoctaciones (muy superiores a las 41.779 de 2021): 41.037 fueron de españoles y 85.431 de extranjeros. Los números comenzaban a ajustarse a lo que sucedía antes de la pandemia. En viajeros alojados en el primer mes del año la ciudad llegó a los 34.694 (treinta mil más que el año pasado). Nacionales fueron 14.568, mientras que los clientes de otros países llegaron a los 20.126. Eso sí, los extranjeros ya rozaban su número medio habitual de pernoctaciones (4,9, por las 5 de varios ejercicios anteriores).
En ese arranque de año, enero supuso comenzar a ver estadísticas más próximas a la realidad del Turismo en Las Palmas de Gran Canaria con anterioridad a la crisis. Un escenario en el que la urbe se situaba que con asiduidad en una horquilla de entre 130.000 y 150.000 pernoctaciones cada enero, con un número de viajeros alojados superior a los 37.000. En febrero se vinieron a recortas aún más distancias con respecto a las tendencias previas a la crisis sanitaria.
De hecho, en el acumulado de los meses de enero y febrero se suman 252.148 pernoctaciones y 70.474 viajeros alojados, en un evidente signo de recuperación casi consumada... justo antes del marzo de Ucrania y su impacto en la inflación. En adelante, el gran reto de un sector que ha demostrado su resiliencia después de la explosión de la COVID.