Las Palmas de Gran Canaria es el mayor destino urbano de Canarias: una ciudad populosa que, además de los encantos tradicionalmente asociados a las Islas (entre ellos, el buen tiempo y la playa), añade otros atractivos singulares para disfrutar de una escapada de verano. Sin salir de la ciudad, la capital grancanaria ofrece posibilidades diversas para todos los públicos. Parejas, familias, viajeros en grupo, amantes del deporte o nómadas digitales: cada uno de estos perfiles puede encontrar en esta urbe atlántica su propio respiro estival.
1. Colón, las vanguardias y las frutas tropicales
La capital grancanaria, fundada en 1478, es una ciudad que encierra varias claves de la historia atlántica. Lugar de paso para Colón, que reparó una de sus naves antes de zarpar rumbo al nuevo continente, el casco histórico de la original Real de Las Palmas anticipa los modelos urbanísticos y arquitectónicos que los conquistadores ejecutarían luego en América.
De ahí que un paseo por el barrio de Vegueta sea un imperativo para el visitante en Las Palmas de Gran Canaria. Su centro, la Plaza de Santa Ana, enfrenta cara a cara a los dos grandes poderes de las épocas pretéritas. De un lado se levanta la imponente Catedral, y de otro, las Casas Consistoriales, en las que el Ayuntamiento aún celebra sus sesiones plenarias. En torno a este núcleo pivota un barrio con carácter propio, de arquitectura colonial, con emplazamientos icónicos entre los que destacan sus iglesias o museos.
Entre ellos, la Casa de Colón, antigua sede del Gobernador. o la Ermita de San Antonio Abad, en cuya fachada reza la inscripción "Aquí oró Colón". Este museo del Descubrimiento ofrece también una amplia colección de arte prehispánico, una interesante muestra de pinturas y singulares exposiciones temporales.
Cerca, en la Calle del Dr. Verneau, se ubica El Museo Canario, dedicado a la historia de los aborígenes canarios. Su cultura, su colección de momias y una amplia muestra de contenidos sobre su forma de vida constituyen uno de los mayores encantos de la ciudad vieja.
En contraposición a esta historia antigua se levanta, en la Calle Los Balcones, también muy próxima a la Casa de Colón, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), un museo contemporáneo que se erige en uno de los principales iconos culturales de la ciudad. Las vanguardias y su producción artística son protagonistas en este centro de imponente presencia interior.
Entre museos e iglesias cabe, sin duda, una inmersión en la amplia oferta gastronómica que ofrecen los establecimientos de restauración de Vegueta, que abarcan desde la cocina tradicional (a menudo también revisada bajo un concepto moderno) hasta opciones más propias de la nueva cocina.
Y si lo que se quiere es descubrir la materia prima culinaria in situ es imposible evitar un paseo por el Mercado de Vegueta, en donde el colorido de sus frutas tropicales atrapa a turistas convencionales y a instagramers. Aquí no es viable resistirse a la tentación de la foto.
2. Galdós, las compras y las terrazas
El cauce del barranco del Guiniguada marca la separación entre el barrio de Vegueta y el de Triana, floreciente núcleo urbano el Siglo XIX que concentró la vocación intelectual y artística de la sociedad local en su momento. La estampa del Gabinete Literario y su Plaza de Cairasco confirman una postal única de bienvenida al entorno de la Calle Mayor de Triana, zona comercial abierta por excelencia de la capital grancanaria.
En una de sus calles paralelas, Cano, se ubica la Casa-Museo Pérez Galdós, hogar natal y familiar de Benito Pérez Galdós. Su obra y su legado son protagonistas en este encantador espacio museísticos, en el que el visitante también puede descubrir las diferentes facetas como artista de Don Benito, en cuyo honor también se levanta el cercano Teatro Pérez Galdós.
Todo un emblema de la cultura en la urbe, que anticipa una larga avenida peatonal (Triana) en donde comprar y comer bien siempre es posible. El barrio lo culmina el Parque San Telmo, su singular kiosco modernista y su Kiosco de la Música.
En todo este entorno el verano encuentra hueco para festivales como el Temudas (Festival Internacional de Teatro Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria), con espectáculos al aire libre hasta el 2 de agosto.
3. Kayak, surf y paseos al atardecer
La capital grancanaria buscó a lo largo de su historia la prolongación hacia sus entradas portuarias. Primero hacia el desaparecido y original Muelle de Las Palmas, en San Telmo, y luego, a partir de finales del Siglo XIX, hacia el Puerto de La Luz y de Las Palmas, hoy uno de los principales nodos para el tráfico marítimo en el Atlántico Medio.
Así, en un centro urbano a lo largo de toda la avenida marítima, el viajero puede descubrir el entorno actual del Puerto, su muelle de cruceros y el Parque Santa Catalina. Una plaza de gran carga emotiva para la ciudad (aquí se celebra el Carnaval en invierno), ubicada en el centro de un estrecho Istmo entre los grandes buques y la Playa de Las Canteras.
Ésta es una de las más famosas playas urbanas del mundo. Sus tres kilómetros de recorrido dan para mucho: desde el extremo de La Puntilla, en las faldas del barrio de La Isleta (y cerca del animado Mercado del Puerto), hasta el Auditorio Alfredo Kraus y la zona de La Cícer, dominio de surferos por excelencia. Entre medias, la playa ofrece actividades como el snorkel, el paddle-surf, paseos en kayac... y una animada avenida en donde tampoco falta la restauración y una animada multitud de usuarios habituales de la playa.
En verano los días de sol pueden alternarse con la conocida 'Panza de Burro', un nublado que ejerce de paraguas natural ante las altas temperaturas del verano y que no impide igualmente disfrutar de la playa a temperaturas agradables. Lejos de las olas de calor, el turista convive con un público local para que el que Las Canteras es un gran parque temático. Los paseos por la arena de extremo a extremo (especialmente recomendados al atardecer) o los encuentros en cualquiera de los locales del paseo son una tradición fuertemente arraigada en una ciudad cosmopolita, abierta y muy viva en verano.
4. Agosto con fuegos artificiales y campanadas
El núcleo urbano de San Lorenzo, en la periferia de Las Palmas de Gran Canaria, concentra la atención durante el verano en la ciudad: sus fiestas destacan por la gran noche de los fuegos artificiales, el 9 de agosto. Un enorme 'volcán' pirotécnico es el gran reclamo de una velada que reúne a una gran cantidad de público en el llamado Pueblo de San Lorenzo, en el entorno más rural del municipio. Su impacto deja siempre bellas postales en la noche grancanaria.
Agosto también invita a celebrar el año nuevo en Las Palmas de Gran Canaria. Las Campanadas de Vegueta, que este año llegan a su séptima edición, se han convertido en todo un clásico del verano y en un original y llamativo reclamo para los visitantes, que acuden a disfrutar de las doce uvas en plena época estival.