"Los niños y niñas de hoy en día necesitan saber por qué están aprendiendo algo y para qué les ayudará en un futuro". Azahara Rocha, docente del Colegio María Auxiliadora Salesianas de Las Palmas de Gran Canaria, explica así su principal motivación para poner en marcha el proyecto Letters around the world, gracias al cual los niños de la ciudad conectan con otros alumnos del extranjero con unas cartas en las que desde ambos puntos explica la cultura de cada entorno.

"Me di cuenta que para aprender inglés, los niños necesitaban una motivación extra. Tenía que demostrarles que aprender idiomas abría fronteras y comunicaba con otras personas alrededor del mundo", apunta la profesora, quien elaboró varios modelos de cartas sobre Las Palmas de Gran Canaria, su entorno y su cultura. La idea era propiciar una correspondencia en un inglés adaptado a los alumnos, para facilitar el aprendizaje del idioma, pero también para ampliar sus fronteras culturales.

Desde Finlandia, un centro fue el primero en contestar a la llamada emprendida por la docente: el International School of Vantaa. La profesora de Segundo de Primaria, Kirstin Koivunen, sería la encargada de coordinar el proyecto desde el país escandinavo. Tras unos primeros contactos por Skype, las profesoras acordaron establecer el trabajo de intercambio de conocimientos entre los alumnos en tres cartas: una de presentación sobre cada una de las ciudades, las recetas típicas de los respectivos lugares y los juegos tradicionales.

Los alumnos, con una edad media de siete años, se pusieron manos a la obra con sorprendente entusiasmo. "Les encantó la idea, en uno y otro lado", confirma Rocha. "Estaban tan alucinados: íbamos a enviar cartas a otro colegio en otra parte del mundo", cuenta, "me hicieron buscar el colegio en Google Maps, además de preguntarme cómo iba a saber el cartero canario llegar hasta Finlandia", añade divertida. "Cuando tocó trabajar, ellos solos se dividieron el trabajo y con muchísima ilusión escribieron las cartas".

"Jamás olvidaré el momento que les mostré las cartas de sus nuevos amigos desde Finlandia", asegura: "sus caras de asombro y de ilusión. Para ellos era coméis fuera magia". Los pequeños habían compartido una experiencia a más de 4.600 kilómetros de distancia. Y en Finlandia, un marcado tradicional emisor de turistas que visitan la capital grancanaria, los niños también habían podido percibir de manera directa sus primeras impresiones de la cultura isleña.