Después de casi 9 días de dura y emocionante navegación, los primeros veleros de la regata en solitario Mini Transat han comenzado a arribar a Las Palmas de Gran Canaria. Durante la  madrugada del 13 al 14 de octubre se completó el primer podio de la travesía. La gran aventura de esta regata atlántica inicia de esta manera su escala de dos semanas en la capital grancanaria.

Los regatistas más rápidos de la primera etapa de esta travesía de 1.350 millas (La Rochelle – Las Palmas de Gran Canaria) han sido Axel Tréhin, primero en la línea de meta a las 3:36 horas, después de 8 días, 17 horas, 58 minutos y 28 segundos de carrera. El segundo fue François Jambou (6 minutos y 22 segundos detrás del ganador) y Tanguy Bouroullec (26 minutos y 07 segundos después del primero). Estos tres regatistas compiten en la categoría Proto.

Mientras, en la categoría Serie, Ambrogio Beccaria, a bordo del Geomag, ha sido el primero tras cruzar la línea de meta a las 5h 30min 7 segundos. La llegada del resto de la flota continuará hoy lunes y en los próximos días.

La pugna de estos pequeños veleros, de tan solo 6,5 metros de eslora, está siendo muy emocionante debido a la dureza de las condiciones de navegación de esta prueba. Tras el abandono de tres regatistas, 84 navegantes atracarán finalmente en la dársena de la Vela Latina Canaria, en el muelle deportivo de la capital, donde permanecerán hasta el próximo 2 de noviembre. Entonces partirán hacia Le Marín, en Martinica.

El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, co-organizador de la regata junto con las ciudades de La Rochelle y Le Marin, además de la clase Mini de Vela, se encarga del recibimiento y atención a los regatistas gracias a un operativo en el que colaboran el Puerto de Las Palmas, las federaciones de Vela y Vela Latina Canaria, el Real Club Náutico de Gran Canaria y los empresarios del sector náutico, entre otros.

Los deportistas, que sufren un gran desgaste debido a las duras condiciones de la regata, son recibidos y atendidos inmediatamente una vez alcanzan el litoral de la ciudad. En la carpa habilitada pueden descansar y recuperar fuerzas tras ser recibidos con el sonido de la música que ellos mismos han elegido y tomar un primer menú que cuenta con caldo de pescado, carne, pasta y fruta.